ENTRENAMIENTO EXCÉNTRICO:
Se trata de una contracción de carácter dinámica, la cual mejora la coordinación intermuscular y contribuye a la mejora del rendimiento motriz asegurando un aumento de la energía potencial elástica almacenada durante la fase inicial de la contracción muscular.
Otra indicación importante del trabajo excéntrico además del refuerzo muscular es el tratamiento de tendinopatias, la prevención de accidentes músculo-tendinosos y la recuperación de amplitudes articulares, aunque en esta última modalidad se podría destacar algunas contraindicaciones como sería las fracturas no consolidadas, infecciones y el trabajo de un músculo o tendón en periodo de cicatrización.
El entrenamiento excéntrico posiblemente sea el trabajo más eficaz y por otra parte el más traumático para la unidad miotendinosa.
Las contracciones musculares excéntricas resisten las fuerzas externas y absorben la energía mecánica impuesta, mientras las concéntricas producen un trabajo externo. O sea, el primero implica un alargamiento forzado de los músculos activados y la absorción externa de la musculatura para la absorción de la energía, por tanto se supone que sirve de freno al movimiento.
El estatus histológico de un tendón depende de la capacidad clave de su alineamiento paralelo de las fibras de colágeno para soportar de forma segura las cargas de aumento de tensión. Por ejemplo en el tendón de aquiles la capacidad es de 6275 N/mm2.
Las fuerzas extremadamente elevadas que se producen en alto nivel, son también aplicadas al tendón, dónde se acercan mucho a los limites del pico de fuerza.
No se ha demostrado todavía con certeza y evidencia científica las causas por las que el trabajo excéntrico mejora las tendinopatías a pesar de sus buenos resultados.
Así que debemos seguir investigando.